‘Jaula’: Elena Anaya protagoniza la mejor película española de terror del año

Al fin se estrenó Jaula, una película de terror sobre la maternidad producida por Álex de la Iglesia y protagonizada por Elena Anaya, que augura un futuro muy prometedor a su director Ignacio Tatay.

Por desgracia, Jaula, no ha tenido muy buena distribución, pero si te acercas a verla, disfrutarás de una de las mejores películas de género de lo que llevamos de año. En mi caso, lo hice con cierto recelo. El descalabro de Álex de la Iglesia con Veneciafrenia me hizo desconfiar de Jaula, pero aun así fui a verla. Y no me arrepiento en absoluto.

Salí del cine con la buena sensación que me dejaron otras cintas de género patrias como Los sin nombre, Intacto, El concursante o la siempre reivindicable, El habitante incierto. Algo más que la buena sensación que dejó El habitante incierto al verla, podemos encontrar en Jaula.

Elena Anaya en Jaula.
Elena Anaya en Jaula.

Elena Anaya vuelve a demostrar por qué es una de las mejores actrices de su generación

Desde la decepcionante Rifkin’s Festival, de Woody Allen, que no veía a Elena Anaya en ninguna producción audiovisual. En los últimos años ha estado trabajando en algunas series estadounidenses como Professionals, la genial Jett o MotherFatherSon, y el año que viene la veremos junto a Luis Tosar en el thriller Fatum.

Ojalá siga trabajando en España, ya que es una de esas actrices que no suelen decepcionar cuando se le confían personajes de peso.

En Jaula interpreta a Paula, una mujer que nadie toma en serio por el simple hecho de desear ser madre y ser eso, mujer. Un personaje que podría parecer sencillo y lleno de clichés pero que en sus manos se vuelve de carne y hueso. Todo coge sentido.

Su capacidad para transmitir lo que piensa y siente su personaje, y ese motor emocional con el que trabaja, que no entiende de crisis energéticas, son una garantía a la hora de interpretar personajes con conflictos complejos.

En Jaula, Elena Anaya nos ofrece una interpretación cargada de matices. Una mujer real, insegura, fuerte y tenaz. Su Paula es una mujer que desea ser madre, pero es otro el deseo que moviliza a su personaje…

Elena Anaya en Jaula, de Ignacio Tatay.
Elena Anaya en Jaula, de Ignacio Tatay.

Jaula: misterio, terror y una casa de tiza

La película nos cuenta como una pareja, Paula y Simón (Elena Anaya y Pablo Molinero) al volver de una cena con unos amigos se encuentran con una niña (Eva Tennear) deambulando en medio de la carretera.

Paula y Simón llevan mucho tiempo deseando ser padres, pero no lo consiguen. Paula mantiene en secreto un tratamiento de fertilidad…

Ambos no pueden dejar de pensar en la niña y se interesan mucho en su caso. Finalmente deciden acogerla, ya que cuando Paula está junto a la niña, ésta parece calmarse.

Una vez en casa de Paula y Simón, la niña parece mejorar, comienza a decir algunas palabras y a avanzar en el espacio por el que se mueve. La niña no puede salir de un cuadro pintado con tiza en el suelo, pero gracias a Paula que consigue tener un fuerte vínculo con la niña, el cuadro se amplía a casi toda la casa de la pareja.

¿Por qué no puede salir de esa casa de tiza? ¿Qué hacía en la carretera? ¿Quiénes son sus padres? Paula quiere descubrir todas esas respuestas. Por su cuenta inicia una investigación, pero ni la policía ni su propio marido la suelen tomar en serio. Piensan que sus teorías sobre que alguien o algo que las acecha no dejan de ser producto de su deseo por ser madre y su obsesión por proteger a la niña.

¿Estará todo en la mente de Paula? ¿O sus miedos los provocan algo más real y tangible…?

Eva Tannear en Jaula.
Eva Tannear en Jaula.

Jaula: el origen de una película que Álex de la Iglesia logró sacar de su casa de tiza

Jaula es un proyecto que ha sufrido muchos cambios y nombres. Originalmente se llamaba La otra casa (aún podemos encontrar ese nombre en los créditos de la AIE que la financia), después pasó a ser, La casa de tiza, hasta que se decidió llamarla Jaula.

Hay que echar la vista atrás para conocer los orígenes de Jaula. En 2013, la conocida escuela de cine ESCAC, presentaba su primer Máster de Cine. Un máster que ofrecía la posibilidad a sus alumnos de producir una película.

De ese máster surgieron películas como Desaparecer, Salvación, The Girl from the song, Mi querida cofradía o Blu Rai. Pero Jaula, la mejor de esas películas, no vio la luz. Como la niña protagonista, quedó atrapada en una casa de tiza.

Ignacio Tatay y el director y guionista Carlos Pérez Reche (Puzzled Love, Arròs Covat) fueron alumnos de ese máster y junto al guionista Eduard Solà (Libertad, María y los demás) escribieron las primeras versiones del guion de La otra casa en 2014. Tatay y Reche expusieron su proyecto en el film markt del Sitges Film Festival, pero no hubo suerte.

Sorprendentemente, ni Eduard Solà ni Carlos Pérez Reche aparecen en los créditos.

Más tarde, Isabel Peña (Antidisturbios, As Bestas) se unió a la escritura de guion. Finalmente, la película no se produjo en la ESCAC, el proyecto fue a parar a las manos de Álex de la Iglesia, y ha sido gracias a este que hemos podido ver Jaula en el cine ocho años más tarde de su origen.

Jaula.
Jaula.

Ignacio Tatay, un director al que no hay que perder de vista

Jaula, sorprende por su atmósfera opresiva, lo preciso de su guion y las interpretaciones de las actrices Elena Anaya o Eva Llorach y actores como Carlos Santos y Pablo Molinero. Bueno, también sorprende que intérpretes como Eloy Azorín o Esther Acebo, interpreten a personajes tan prescindibles. Incluso la gran Mona Martínez, interpreta a un personaje (a la perfección) de muy poquita importancia…

La atmósfera se crea con una acertada dirección de arte y una dirección de fotografía que juega muy bien el contraluz para mostrar la opresión.

El espectador ve que la luz se encuentra fuera de la casa de los protagonistas. En su interior solo hay sombras y oscuridad. Una decisión tan acertada como su maravilloso e imprescindible trabajo de diseño sonoro o la música del maestro Snorri Hallgrímsson (Broadchurch).

Esperamos que la próxima película de Ignacio Tatay no tarde tanto en producirse y que los deseos de maternidad por parte de una mujer dejen de ser vistos como obsesiones egoístas de una persona con problemas mentales.

Saludos furiosos.