Entrevista a Beatriz Maestro: ‘Por miedo, el pueblo se mantiene del lado del opresor’
La escritora extremeña Beatriz Maestro se encuentra en la fase final de su nuevo libro, que se publicará antes de verano. Después del éxito de la saga Sacrílegus, que desvela los secretos de la Inquisición española, su nuevo trabajo es una exhaustiva investigación histórica sobre la opresión de la mujer durante el franquismo y las consecuencias de esta represión de libertades que llegan hasta nuestros días.
Maestro se centra en la investigación sobre los mecanismos represores y de control que se han puesto en marcha a lo largo de la historia para homogeneizar, controlar y dirigir a las masas. Estos mecanismos han sido especialmente insistentes con el género femenino, y tal ha sido su violencia, que las mujeres seguimos lastrando y tratando de deshacernos del papel que nos han tratado de inculcar a base de sometimiento y control.
Hablamos con Beatriz Maestro
– Con la saga histórica Sacrílegus te sumergiste en plena época de la Inquisición española en la ciudad de Cáceres y en otras localidades de Extremadura. ¿En qué nuevos proyectos estás trabajando?
Efectivamente, mi ámbito principal de investigación es el tocante a los mecanismos de control, represión y homogeneización de la sociedad en el pasado, por este motivo, me he especializado en estudios sobre la Inquisición en Extremadura, pues fue la primera gran máquina represora de ideas, comportamientos y libertades que se instauró en nuestro país como institución oficial.
Me gusta destacar que, curiosamente, esos mismos engranajes y mecanismos represores continúan vigentes, de un modo u otro, en nuestra sociedad actual. No me refiero solo a las instituciones, sino también a la propia población, que se autocensura y margina al que actúa y piensa diferente o de manera ‘escandalosa’, y, además, rompe las reglas. En estos tiempos actuales de la pandemia COVID-19 se ha podido ver, especialmente durante los meses de estricto confinamiento.
– Estamos asistiendo a un momento en el que se ataca a todo aquel que piensa distinto, disiente o cuestiona la norma establecida…
Así es. Todos pudimos presenciar grabaciones que circulaban de manera viral donde se voceaba e insultaba a quienes salían sin mascarilla o paseaban a su mascota durante demasiado tiempo. Sin embargo, cuando se trata de censurar a una persona que muestra públicamente violencia y agresividad verbal o física contra personas de otra raza diferente a la blanca, homosexuales, transexuales, mujeres… o contra cualquier otro colectivo oprimido, el pueblo no censura, tiene miedo, se mantiene en silencio y mira para otro lado. Así se puede ver en las agresiones racistas que acontecen, en ocasiones, en el metro de Madrid, por ejemplo.
Esto es fruto de esa mentalidad inquisitorial que proviene de siglos pasados. Por miedo, el pueblo se mantiene del lado del opresor, y eso continúa vigente en la actualidad.
Por este motivo, el auge de los fascismos es posible en tiempos de crisis económicas y en momentos delicados como el que estamos viviendo actualmente a nivel mundial. Al final, las masas responden igual ante los acontecimientos traumáticos, da igual el siglo en el que se produzcan. Por todo esto, mi tema de estudio es este, pues comprendiendo el pasado podemos prevenir un desolador futuro. Así, mi próximo libro, que será publicado antes del verano, trata sobre la opresión de la mujer durante el franquismo.
Comprendiendo el pasado podemos prevenir un desolador futuro.
Beatriz Maestro, escritora.
– ¿En qué punto de tu investigación te encuentras? ¿Qué nos puedes avanzar?
Realmente el libro se encuentra ya terminado. Fueron muchos meses de entrevistas personales a mujeres que aún hoy recuerdan su juventud en aquellos años de la Dictadura Franquista, también otras vivieron su niñez, en una escuela doctrinaria y gobernada en su totalidad por la Iglesia Católica. Para su publicación queda únicamente maquetar y concluir el diseño de la portada. Quiero que sea algo impactante, como lo es el libro.
Cualquiera que se sumerja entre sus páginas comprobará que la situación actual de discriminación de la mujer proviene de esa época. Realmente, viene de mucho más atrás, de la época de la Inquisición, pero el franquismo heredará ese bagaje cultural homogeneizador de masas, y utilizará las mismas herramientas que utilizó la Inquisición, incluido el daño físico. Este libro representa, en sí, la evolución que sufrió las formas de represión de la mujer, donde siempre estuvo presente la religión católica, a lo largo de los siglos, como instigadora fundamental.
– ¿De qué forma el nacionalcatolicismo y su represión hizo mella en la mujer española?
Este es el tema fundamental que se desarrolla en la obra. Los límites que la sociedad de aquel tiempo imponía a las mujeres, donde solo estaba bien visto que salieran de casa para ir a misa o hacer la compra. Donde la poca formación académica que tenían provocaba la infantilización de la mujer, siempre supeditada a la autoridad masculina, fuera el padre o el marido.
El nacional catolicismo es la conjunción del Estado y la Iglesia, un matrimonio que tenía como único fin el control de las masas, pero sobre todo el control de la mujer. Para ello se creó la Sección Femenina de la Falange y Acción Católica, es decir, cada uno, Iglesia y Estado, con sus propios instrumentos para inculcar el nuevo papel que debía representar la mujer: el de la perfecta casada.
Aún hoy en día se puede ver en mujeres muy jóvenes cómo sus metas a alcanzar son el matrimonio y la maternidad, mientras que sus aspiraciones profesionales se mantienen en un segundo plano, si es que las tienen. Todo lo que hoy envuelve a la mujer, esa educación machista que muchas, o casi todas, reciben desde su infancia, donde algunas no se atreven, en ocasiones, ni siquiera a conducir, es el lastre que arrastramos del nacionalcatolicismo.
– ¿Cómo has decidido adentrarte en la historia? ¿Testimonios personales; ficción basada en hechos reales…?
La obra es un trabajo de investigación histórica, es decir, todo, absolutamente todo, es real y cuenta con rigor histórico. Es muy completa porque cuenta tanto con datos de archivos históricos como con testimonios personales. Pero no es una novela de ficción, aunque es un género que también trabajo. En esta ocasión es un libro de historia bien documentado.
La herencia de la Dictadura puede apreciarse en cualquier parte de nuestro sistema actual, de hecho, quienes hoy en día poseen los monopolios de las grandes empresas son las mismas familias que en los tiempos franquistas.
Beatriz Maestro.
– ¿En qué aspectos de la sociedad actual ves que sigue presente la brecha heredada de aquellos 40 años de dictadura y también de la Inquisición?
Si quieres que te responda de manera rápida y concisa, te diré: en todos. El bagaje cultural de siglos pasados es muy difícil de eliminar. Aún se sigue denominando peyorativamente ‘superstición’, a las prácticas llamadas ‘no cultuales’ como el tarot, los amuletos… este concepto fue creado por la Inquisición, y aún se sigue usando. ¿Cómo vamos a desprendernos de todo lo que hubo hace menos de cien años? Es imposible.
La herencia de la Dictadura puede apreciarse en cualquier parte de nuestro sistema actual, de hecho, quienes hoy en día poseen los monopolios de las grandes empresas son las mismas familias que en los tiempos franquistas.
– ¿Ya tienes título escogido para el libro?
Sí, por supuesto, y es tan impactante como la obra en sí. Pero no puede desvelarse aún.
– ¿Crees que recibirás muchas críticas y la falta de respaldo de una parte de la sociedad española?
Esta obra no tiene por qué recibir críticas de ninguna parte de la sociedad española. Se cuenta lo que pasó. Lo que vivieron esas mujeres lo sufrieron ellas, y lo cuentan ellas, y así fue. Puede gustarte más o gustarte menos su historia de vida, pero la realidad es que las circunstancias que las envolvieron son las que hubo, y eso no se puede discutir.
Asimismo, también se explican casos que han sido obtenidos en los archivos históricos, donde las asistentas sociales de la época abrían expedientes relatando la situación que se encontraban en las viviendas que visitaban, situaciones realmente fuertes y denigrantes para la mujer. Esos datos están sacados de documentos oficiales, es decir, están escritos por aquellas asistentas sociales que trabajaban para el Estado. Son documentos históricos reales, por lo que esos hechos de violaciones y maltratos ocurrieron, y han llegado hasta nuestros días conservados en esa documentación oficial.
Por lo tanto, una obra como esta, de gran rigor histórico, no debería ser criticada en ese sentido, puede gustarte o no la manera en la que está escrita, o cómo se ha organizado la obra… pero lo que se cuenta en ella es lo que ocurrió, y eso nadie puede ni criticarlo ni discutirlo.
Hay que educar, hay que sacar leyes que protejan a la mujer, y sobre todo a las víctimas, para que deje de criminalizarse a las mujeres que han sido violadas y que denuncian.
Beatriz Maestro.
– Para finalizar, en tu opinión, ya no solo como escritora, sino también como mujer, ¿qué medidas se deberían tomar para superar la brecha de género en nuestro país?
Mi respuesta es desde el punto de vista de una mujer joven que ha sufrido muy de cerca las consecuencias del machismo en el ámbito doméstico, en el ámbito académico, en el ámbito sentimental, también el acoso callejero constante, y que ve a diario cómo otras mujeres cercanas sufren situaciones machistas de las que ni siquiera son conscientes.
Hay que educar, hay que sacar leyes que protejan a la mujer, y sobre todo a las víctimas, para que deje de criminalizarse a las mujeres que han sido violadas y que denuncian. Nunca una víctima busca una violación. Da igual la ropa que lleve. Y hasta que esto no quede claro, no conseguiremos avanzar.
También es imprescindible dar visibilidad y concienciar sobre el maltrato psicológico, mucho más extendido que el físico y que, como no tiene marcas, parece invisible, pero que sufren la mayoría de las mujeres en algún momento de su vida.
Hay que explicar en los centros educativos, a las niñas y a los niños, lo que debe permitirse por parte de la pareja y lo que no, para evitar posibles maltratadores y posibles maltratadas. También sería imprescindible que las personas encargadas de los procesos judiciales que tratan temas de violencia machista fueran personas cualificadas y concienciadas con la igualdad de género, es decir, con el feminismo. Urge una reforma del sistema judicial en este aspecto.
Cuestionario Furioso de Beatriz Maestro
Película favorita: El bueno, el feo y el malo de Sergio Leone.
Serie favorita: The Walking Dead.
Libro favorito: Los Pilares de la Tierra de Ken Follet.
Cómic favorito: No soy aficionada a los cómics, y realmente no tengo ninguno favorito.
Cantante, músico o banda favorita: Héroes del Silencio, Barón Rojo y La Polla Records.
Artista plástico favorito: Velázquez.
Miedo tecnológico: Que las redes sociales acaben sustituyendo la manera natural de relacionarse de las personas.