‘Black Hammer’: el ángel exterminador de los cómics de superhéroes
Aunque suene a topicazo, Black Hammer es, literalmente, una deconstrucción del género de superhéroes, así como una carta de amor de un niño adulto a sus cómics favoritos.
Dicho Peter Pan no es otro que Jeff Lemire, uno de los guionistas que más nos vienen gustando últimamente en Las Furias.
Nos adentramos en la granja de Black Hammer, a las afueras de un pueblo llamado Rockwood.
Ninguna parte
El ángel exterminador es una de las películas más conocidas de Luis Buñuel. En ella, un grupo de personas se ve atrapada en una habitación concreta del interior de una mansión mexicana. Pese a no existir ningún tipo de impedimento, dichas personas encuentran absolutamente imposible salir hacia el exterior.
Algo así es lo que ocurre con los protagonistas de este cómic, un grupo de superhéroes arquetípicos atrapados en lo que parece ser una región rural del medio oeste americano. La diferencia es que, cuando alguno de ellos intenta escapar, termina hecho jirones por culpa de una especie de campo de fuerza.
Esto fue precisamente lo que le ocurrió a Black Hammer, una mezcla entre el Thor de Marvel Comics y un miembro del cuerpo de Linternas Verdes de DC. Tras haberlo enterrado, el resto de sus compañeros se resignó a permanecer en Rockwood.
En el momento de empezar el cómic, sus protagonistas llevan diez años atrapados. Fingiendo ser una familia corriente de cara al resto del pueblo, adoptan distintos roles con mayor o menos resignación.
El cómic gira en torno a sus intentos por resolver el misterio de su encierro, así como a las distintas interacciones entre ellos.
Jeff Lemire se las apaña para contar una historia intimista en un contexto tan fantasioso y estrafalario con este, homenajeando, de paso, varios géneros y eras del cómic americano.
Black Hammer: Personajes principales
Black Hammer salvó Spiral City de la amenaza del Anti-Dios, un villano cósmico inspirado en Darkseid (de DC) y Galactus (de Marvel). En el momento de hacerlo, desapareció en un haz de luz, reapareciendo después en la granja de Rockwood. Con él había seis superhéroes más, que corrieron su misma suerte.
Cada número de Black Hammer está contado desde el punto de vista de uno de estos personajes, adaptando su narrativa al género y la época comiquera que representan.
Abraham Slamkowski es Abe Slam, un personaje que recuerda al Capitán América de la era dorada de los superhéroes, así como a otros similares que proliferaron durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Este es, por tanto, el más viejo de todos, y que asume el papel de abuelo de la familia.
Abe es, también, el que más a gusto se encuentra en la quietud y el sosiego de la granja. Y más desde que conoce a Tammy, una camarera divorciada de la cual se enamora.
Gail Gibbons es Golden Gail. Basada en los cómics de Shazam (originalmente publicados por Whiz Comics en los años 40), se trata de una niña que obtiene poderes mágicos al pronunciar el nombre del mago que se los otorgó. Con el pasó de los años, Gail Gibbons envejece a la vez que su álter ego superheroico, Golden Gail, permanece congelada en el tiempo.
Atrapada en el cuerpo de su yo de nueve años, Gail se ve obligada a fingir ser la nieta de Abe, ir al colegio, etc. De todos los personajes, ella es la que más desesperada está por salir de Rockwood.
Mark Markz es Barbalien, un trasunto evidente del Cazador Marciano de DC cómics. Al igual que este, Mark procede del planeta Marte. Entre sus poderes se encuentra la habilidad de cambiar de forma, pudiendo pasar por un hijo humano de Abe.
Además de extraterrestre, Mark es gay. Esto le supone ciertas dificultades en el pueblo que le sumen en un estado de pesadumbre emocional.
El Coronel Randall Weird, por su parte, está hecho a la imagen de Adam Strange, el arqueólogo convertido en explorador espacial durante los años 50 en la revista Showcase. Weird vive a caballo entre la granja de Rockwood y la Para-Zone, una versión de la Zona Fantasma de los cómics de Superman y la Zona Negativa de los 4 Fantásticos, con sus propias leyes espaciotemporales.
Las particulares características de este personaje propician los momentos más surreales del cómic. Igualmente, le convierten en el miembro más incomprendido del grupo.
Talky-Walky es un robot femenino que servía de ayudante de Weird en sus aventuras. Ahora es el asistente tecnológico de la familia, así como el personaje más empeñado en dar con la forma de escapar de Rockwood.
Por último, Madame Dragonfly es una bruja de nombre desconocido, que recuerda a los cómics de terror de los años 50 y 60 (tales como Las historias de la cripta, o las de Creepy), así como a los de La Cosa del Pantano. Esta vive apartada en una pequeña cabaña dentro de los propios dominios de la granja, y adopta el papel de madre de Gail cuando la trama lo requiere.
Madame Dragonflye es, seguramente, el personaje más interesante del cómic. Pese a sus hábitos solitarios, siente un gran afecto por el resto. Dicho afecto le lleva a realizar ciertos actos moralmente reprobables.
Venciendo adversidades
El aspecto gráfico de Black Hammer corre a cargo de Dean Ormston. Este realiza un trabajo estupendo al representar un mundo en el que coexisten tantos conceptos dispares. Su dibujo homenajea, también, distintas etapas de la historia del cómic, y recuerda en algo al de otros artistas tales como Mike Mignola o Frank Quitely.
El número 1 de Black Hammer estaba planeado para marzo de 2015. Ormston, sin embargo sufrió una hemorragia cerebral, produciéndole una parálisis parcial en la mitad del cuerpo.
A pesar de las dificultades, la serie echó a andar en julio de 2016, de la mano de la editorial Dark Horse Comics, y continúa desarrollándose hasta la fecha. En su haber cuenta ya con varios galardones, incluyendo cuatro premios Eisner.
Astiberri ha publicado cuatro tomos de Black Hammer en español (el primero de los cuales abarca la historia que acabamos de reseñar), así como varios otros adscritos al mismo universo y que tampoco podemos dejar de recomendar.