Miss Fury: la primera superheroína creada por una mujer

Miss Fury cumple 80 años: de Tarpé Mills a Corinna Bechko

Miss Fury se convirtió en octogenaria el pasado mes de abril. En Las Furias Magazine no podíamos dejar pasar la oportunidad de unirnos a la celebración de su cumpleaños. Fuerte, independiente, y, en fin, furiosa, encaja perfectamente en nuestro perfil, ¿no os parece?

A continuación realizaremos un breve repaso a sus comienzos, así como a dos de sus arcos argumentales recientes más relevantes.

Miss Fury: octogenaria furiosa

Octubre de 2021 está marcado en el calendario como el 80 cumpleaños de Wonder Woman, personaje que se merece un artículo (o varios) aparte por su relevancia cultural y lo curioso de su origen.

Seis meses antes, sin embargo, en abril de 1941, se publicó el primer número de una tal Black Fury en una tira cómica publicada por The Bell Syndicate. Dicho personaje pasaría a la Historia por ser el primer superhéroe creado por una mujer. Os contamos.

June Tarpé Mills creadora de Miss Fury.
June Tarpé Mills.

June Tarpé Mills nació en febrero de 1918 en Brooklyn. Su historia es la de una heroína de la vida real. Al tiempo que se hacía cargo de sus sobrinos huérfanos, trabajaba como modelo y completaba su educación en el instituto Pratt de Nueva York. Comenzó trabajando como ilustradora en publicaciones de moda, pasándose después al cómic en plena explosión súper-heroica.

Es álter ego de su personaje más conocido es Marla Drake, una adinerada mujer de sociedad que lucha contra el crimen embutida en un disfraz de pantera con poderes místicos, una mezcla de Zelda Fitzgerald y Bruce Wayne con algún que otro aderezo mágico.

Rebautizada como Miss Fury por un problema de copyright, gozó de bastante popularidad debido a su espectacular diseño y lo dramático de sus historias. Ella, como su autora, también estaba interesada en el mundo de la moda, y estaba al cuidado de sus niños pequeños cuyo padre (un villano) había muerto.

Por otro lado, se trataba de un personaje femenino que contaba con un amplio abanico de pretendientes, y no al revés, como era tendencia en los cómics de la época.

Miss Fury
Primer número de Miss Fury.

Miss Fury: deambulando por el tiempo

En 1949, sin embargo, se canceló la tira cómica de Miss Fury. Desde entonces, el personaje pasó legalmente al dominio público, siendo tratado por distintas editoriales a través de las décadas.

En 1991 fue recogido por Malibu Comics, la cual le otorgó una miniserie de cuatro números. En estos se narran las peripecias de la nieta de la Miss Fury original. Marlene Drake adopta la identidad secreta de su abuela hasta dar con los huesos en el fondo de un contenedor de residuos químicos.

Tiempo después volvió a dejarse ver en el número 10 de Los Protectores, de la misma editorial. Desprovista de sus recuerdos (porque, ¿por qué no?), esta nueva Miss Fury combatió el crimen como parte de dicho supergrupo hasta cancelarse la publicación, catorce entregas después.

Pegamos un salto hasta 2008, y nos encontramos de nuevo con la primera Miss Fury en The Twelve, de Marvel Comics. Aquí, el personaje forma parte de un grupo de enmascarados envueltos en la toma de Berlín durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.

Miss Fury

Cuatro años después, Miss Fury vuelve a cambiar de casa y se instala en Dynamite Comics, donde parece haber encontrado acomodo. En noviembre de 2012 debuta en Masks, una historia según la cual se instaura un estado policial en la Nueva York de 1938. Luchando contra los fascistas encontramos a Miss Fury junto a un variado elenco de héroes pulp: El Zorro, La Sombra, El Avispón Verde… etc.

No sería hasta un año después, sin embargo, que Marla Drake volvería a disponer de una serie para ella sola.

Miss Fury contra los nazis

En abril de 2013 arrancó la serie Miss Fury, con guiones de Rob Williams y dibujos de Jack Herbert. A lo largo de once números, se realiza un comentario acerca de la idas y venidas del personaje a través del tiempo.

Ciñéndose lo máximo posible a las ideas originales de Tarpé Mills, Williams busca darle un lavado de cara al personaje, y proveerle de algunas motivaciones y aristas de las que, hasta entonces, carecía.

En esta ocasión, Marla Drake es la huérfana de un déspota ricachón neoyorquino en 1943. Años antes, la joven había participado en un ritual iniciático en el África profunda, el cual le dotó de una fuerza y una velocidad sobrehumanas.

Desde entonces, su vida no vuelve a ser igual. Conectada a su lado más salvaje, hace y deshace como quiere, sexualmente desinhibida y no dejándose pisar por nadie. Sus motivos, sin embargo, no son especialmente profundos o loables.

Esto empieza a cambiar cuando conoce al Capitán Chandler, un herido de guerra con quemaduras en la mitad de su cuerpo de cintura para arriba. Con él, Marla comienza a explorar su lado más noble. Esto acaba abruptamente, sin embargo, cuando Chandler muere en un accidente fortuito a bordo de un avión de combate.

Más amoral que nunca, Miss Fury se dispone a robar un portentoso diamante expuesto en el Museo de Historia Natural de Nueva York. Y aquí es donde empieza lo bueno.

Resulta que el diamante sirve de fuente de energía para una máquina del tiempo ideada por Erhard Schanberger, un científico alemán experto en física cuántica. De esta forma, Miss Fury se ve envuelta en una conspiración nazi para dominar el mundo a través de todas las épocas.

A hostia limpia, va pegando saltos entre su época, 2013, y el futuro cercano, lidiando con el propio Schanberger, e inmiscuida en una trama de traiciones y violencia en la que nada es lo que parece. En este contexto, Miss Fury deberá terminar por sí misma la exploración personal que inició con el Capitán Chandler.

Esta serie ha sido recopilada en dos volúmenes por la propia Dynamite, fácilmente conseguibles en inglés, tanto en versión física como digital.

Una dama mística

Resulta obvio, pero lo cierto es que algunos acaban de darse cuenta de que dejar a un personaje en manos de una persona creativa que pueda empatizar con él o ella (a un nivel u otro) suele ser una buena idea.

Parece apropiado, entonces, que una guionista femenina reciba la oportunidad de tratar a Miss Fury. Esto, precisamente, fue lo que ocurrió en 2016 con Corinna Bechko. Miss Fury: The minor key fue una serie de cinco números que volvió a reinterpretar a la heroína del traje negro.

Buscando alejarse del estereotipo de la mujer rica y vacía con poco a nada que hacer, Bechko tuvo la genial idea de darle a Marla una profesión. En esta ocasión, volvemos a encontrárnosla en su entorno ideal: los años 40 del pasado siglo XX. La Segunda Guerra Mundial está empezando a gestarse en Europa, y los Estados Unidos se preparan para entrar en batalla.

Marla Drake es una ingeniera naval que trabaja fabricando buques de guerra para el bando aliado. Una noche, sin embargo, desaparecen los planos para un nuevo prototipo. Marla espera a la puesta del sol para ponerse las mallas negras y comenzar con sus investigaciones, las cuales le llevan hasta un extraño culto religioso al servicio de Führer.

En The minor key hay que esperar hasta el final del arco para descubrir el origen de los poderes de Miss Fury. El cómic está plagado de misticismo y acción súper-heroica, lo cual le da un aire de historia de Indiana Jones con esteroides.

Feliz cumpleaños

Jonathan Lau aporta sus dibujos a esta iteración del personaje, y hemos de decir que está más que correcto. En comparación con Jack Herbert, sin embargo, empalidece un poco.

Comprando ambas series, encontramos que la guionizada por Bechko acierta más a la hora de dar dimensión y profundidad a su protagonista; mientras que la de Williams resulta más trepidante y satisfaciente a nivel básico (el de ver a Miss Fury acribillando a nazis).

Miss Fury: The minor key está recogida en un solo tomo editado, también, por Dynamite Comics.

Desde aquí le deseamos un feliz cumpleaños (aun con algo de retraso) a la que sigue siendo la superheroína más furiosa de todas. Creemos, además, que tiene todo lo necesario para convertirse en un éxito actual, y esperamos poder disponer de material nuevo sobre ella en un futuro próximo, también en castellano.